Nuestra mente: ¿amiga o enemiga?

El cerebro es una de las partes mas importantes del cuerpo humano y las personas tenemos la particularidad de poder razonar, esto es una característica que nos diferencia de los animales.

Pero que podamos razonar no quiere decir que siempre tomemos decisiones objetivas o razonables, ya que muchas veces actuamos más desde la emocionalidad que desde la razón misma. Primero somos seres emocionales y luego racionales.

Al momento de tomar decisiones de inversión es fundamental tratar de domar las emocionalidades y decidir desde la pura objetividad. Esto no es una tarea fácil, ya que cuando estamos por comprar o vender un activo se esta poniendo en juego nuestro dinero, la decisión de invertir en “X” nos pone en una situación de riesgo que no estamos acostumbrados a afrontar.

La emocionalidad o el invertir siguiendo nuestro “instinto” es MUY peligroso, nos puede llevar a tomar decisiones muy desafortunadas.

 

¿Cómo podemos lograr ser mas objetivos y tomar mejores decisiones?

Estudiando, capacitándonos y adquiriendo experiencia.

No hay formulas mágicas ni atajos en este camino. Tenemos que entrenar nuestro cerebro para que sea una herramienta que juegue a nuestro favor y no en contra nuestro, por más increíble que parezca, la mayoría de las perdidas que las personas tienen al momento de invertir se dan por culpa de tomar decisiones en momentos inestables emocionalmente hablando.

Por ej: si estas teniendo un mal día por cualquier motivo (pelea de pareja, problema laboral, familiar, de dinero, etc) no deberías realizar ninguna operación. Por mas experiencia que tengas o capacitación, si estas con un día en donde no estés tranquilo/a para tomar buenas decisiones, no hagas ninguna operación.

Las peores perdidas que he sufrido personalmente fueron en días en los cuales no tenia la cabeza “centrada” y cuando el mercado se puso en mi contra seguía tomando malas decisiones porque si antes ya estaba con la cabeza en cualquier lado ahora con el mercado sacándome la plata de la cuenta tenia el cerebro a mil revoluciones.

Esto no solamente aplica a cuestiones financieras o de inversión, lo podemos aplicar para cualquier acto de nuestra vida cotidiana.

Nuestra mente es un arma muy poderosa que podemos tenerla de aliada o enemiga.

Antes de tomar una decisión tomate el tiempo necesario para poder evaluar correctamente lo que vas a hacer.

Si es posible crea tu propia estrategia de inversión en la cual te impongas reglas previas antes de abrir una nueva posición.

 

Recordá que el sentimiento de pérdida es mucho más doloroso y punzante que el sentimiento de alegría o emoción que sentimos cuando ganamos. No te asustes si una inversión no te salió bien, nadie gana el 100% de las veces que lo intenta.

 

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Les mando un fuerte abrazo.

 

Gonzalo Pagura

Ceo&Founder IEC.